El Pintorofiu era una persona o, mejor dicho, todo un personaje. Tenía mucho tiempo libre entre compra y venta. Tanto tiempo y creatividad le permitieron crear un “idioma” especial que, con cierta broma y simpatía, bautizó como idioma “Mundialofiu”.
El mundialofiu era hablado y entendido por casi con todos sus amigos, que le seguían la “coña” y de ahí sale el apodo de «El Pintorofiu», con el que era conocido popularmente en el mercado.
Consistía en añadir el sufijo -ofiu u -ofia a casi todas las palabras y la verdad es que resultaba divertido entre los hablantes y sobre todo para los que lo escuchaban por primera vez. Así por ejemplo: mesa – mesofia, radio – radiofia. Estas palabras en “mundialofiu” en una frase larga resultaba curiosas. Por ejemplo El Pintorofiu hubiera dicho algo así como:
Ha vingut un senyorofiu i m’ha comprat una cadirofia per la seva casofia i no hi cabia en el seu cotxofiu i se l’ha emportat caminandofiu.
Todo esto hay que imaginárselo en catalán que es la lengua en la que ellos siempre hablaban aunque, según El Pintorofiu, el mundialofiu se podía hablar en castellano o en catalán y, lo mejor de todo, era entendido por todo el mundo ya que, como su nombre indica, es un idioma “mundial”.
La segunda y tercera generación hemos decidido mantener viva esta lengua “histórica” y seguimos usando cuando podemos alguna expresión en “mundialofiu”.